El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado este lunes que el expresidente catalán Carles Puigdemont y Junts “lo tienen crudo” si pretenden condicionar la legislatura del Gobierno de Pedro Sánchez con la amenaza de tumbar los Presupuestos Generales del Estado.
Preguntado por la reunión de la dirección de Junts en Bruselas, tras el encuentro mantenido la pasada semana con el PSOE, García-Page recordó que el propio Sánchez señaló hace “no mucho tiempo” que podría seguir gobernando incluso sin presupuestos. “Si Puigdemont lo que quiere es amenazar con los presupuestos, me da la impresión de que lo tiene crudo”, insistió.
El presidente regional advirtió además de que “los peajes que pone el independentismo son normalmente peores y más caros que aprobar o no el presupuesto”. En este sentido, consideró “inconcebible” que alguien en España con “sentido común” se haya fiado de Puigdemont. “El país está agotado de aguantar a tanta gente que nos desea lo peor”, apuntó.
García-Page también se refirió a la reunión mantenida entre el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y Puigdemont, que consideró “inadecuada”. A su juicio, “no se debía haber mantenido ningún tipo de consenso con alguien que lo que quiere es acabar con el conjunto de España, empezando por la igualdad entre los españoles”.
En esa línea, subrayó que “alguien que se reclama progresista y defensor de la igualdad no puede al mismo tiempo pactar con una persona que está en la extrema derecha, en este caso independentista”.
RECHAZO AL TRASPASO DE COMPETENCIAS EN INMIGRACIÓN
El jefe del Ejecutivo autonómico también mostró su rechazo a la negociación abierta sobre el traspaso de competencias en inmigración a Cataluña, un asunto que, según dijo, coincide en criticar junto a Podemos. “Es absolutamente inmoral”, aseguró.
“No hay nada que justifique que un Estado erosione su propia soberanía territorial afectando a las demás comunidades autónomas, que no vamos a estar paradas ni de brazos cruzados en términos competenciales”, añadió, remarcando que esa cesión atentaría directamente contra el principio de igualdad.
Asimismo, acusó a Junts de querer “establecer distinciones entre los emigrantes por lengua y por identidad”, algo que calificó de “racista y xenófobo”. En este sentido, reiteró que no encuentra argumento que justifique esa negociación: “Yo digo como lo siento, coincido con Podemos. A lo mejor es lo poquito que coincido, pero coincide”.