Víctor Borreguero
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
En Sábado Santo, la costumbre y las normas prohíben a los periódicos salir a la calle y, aprovechando el paréntesis, me puse a escribir sobre ‘resiliencia’, un término tan de moda que da vértigo.
En ingeniería, una magnitud que cuantifica la cantidad de energía por unidad de volumen que almacena un material al deformarse elásticamente debido a una tensión aplicada. En ecología, la capacidad de las comunidades de absorber (en el sentido de soportar) perturbaciones. En psicología, la capacidad de las personas o grupos para sobreponerse al dolor emocional y conseguir continuar con su vida de progreso. En una vida disparada como la nuestra, frenarse es desaparecer. “Resiliencia” o “muerte”. Resiliencia, esa tenacidad dúctil. Muerte, esa moneda con la que se pagan todas las deudas.
Ayer, ya en Feria de Abril sevillana, inducido por quien yo me sé, me detuve en la resiliencia aplicada caí en la cuenta de que Rajoy tiene dos submarinos en el bando de de Zapatero. También lo dicen los socialistas con distancia, ninguna novedad. Leire y Pepiño son dos submarinos del PP que militan en las filas del PSOE. Cada vez que hablan, las bodegas de Rajoy aumentan en detrimento de las graneros de Zapatero. Y como la gente ya lo sabe, solo con verles en la televisión, los dos desbocados, los dos enfebrecidos, los dos en estado de guerra sin cuartel, los votantes sintonizan el acorde del desacorde. Igual que Barreda pedía a gritos que los socialistas escondieran el santo para que continuara la procesión, muchos socialistas piden a gritos que alguien tape la boca a los dos submarinos del PP.
Los millones de años que lleva sobre la Tierra el ser humano nos hacen saber de las capacidades que el ser humano tiene para sobreponerse a los daños sufridos y a saber de las capacidades que hemos desarrollado para sobrevivir y progresar. Tal vez por ello, a mediados del siglo XX, las ciencias humanas comenzaron a utilizar el término ‘resiliencia’ para referirse a las pautas que permiten a las personas sobreponerse a las situaciones adversas y sacar provecho de ellas. En el caso de los dos submarinos de Rajoy, en vez de sacar provecho de la resiliencia propia, ambos sacan pecho como si esperaran una medalla del enemigo. Se sabe que las crisis pueden abordarse con resignación o con resiliencia. Con submarinos quinta columna trabajando para el rival, imposible. Es de libro.