Aprender es recordar

Se sabe que las alabanzas inmerecidas son sátiras disfrazadas, pero gracias.

Me viene a la mente una vieja frase: “A fuerza de comer castañas, nos volveremos castaños”. Luego pensé en el libro donde encontré esa apacible cláusula: “Los dioses tienen sed”, una hermosa novela del Nobel Anatole France. No me preguntes el porqué de lo uno y de lo otro, pero escribir tiene el peligro de convertirse en castaña, perdón, quise decir, en castaño, ese árbol tan amigo y tan fuerte.

Pienso a veces que escribir es el diario de un animal marino que vive en tierra y que quisiera lanzarse a los aires para encontrar palabras y dispararlas contra las murallas de lo desconocido. Como profesor entrado en años y con cada vez menos experiencia, creo que al alumno hay que enseñarle las cosas desconocidas como si fueran cosas olvidadas. Recordar es el milagro de cada día -ya ven por qué recordé hoy a Anatole el parisino-.
¿Qué dejo hoy para mis Cabos Sueltos? Se lo pregunto a Lorenzo Pierdevivas, y me contesta: “Zapatero acaba de publicar lo que pasará en España en los próximos años, cuéntalo como si una profecía”. Y añade el muy tunante: “Sólo tienes que cambiar un par de comas y donde dice ’digo’ decir ‘Diego’, que ya se sabe que es un profeta del revés. Él dice lo contrario de lo que piensa”.

No acabo de entender el mensaje, pero traslado las conclusiones de ZP en una entrevista solemne en RTVE: “Todo el mundo sabe que el Gobierno está ante todo concentrado en la crisis. Mi su sucesión no es lo que preocupa ni al Gobierno ni a mi partido. Tengo una serie de carpetas importantes abiertas en mi despacho, la mayoría de la crisis, y la carpeta de la candidatura para 2012 ni siquiera la he cogido del armario. En la segunda parte de este año se comenzará a crear empleo neto. España ganará más oportunidades este año y sobre todo en 2012. El PP no ha puesto sobre la mesa ninguna propuesta sobre la reforma de las pensiones, ni sobre la reforma laboral. Rajoy no tiene ni programa oculto”.

Pierdevivas ya sabe la primavera, el verano, el otoño y el invierno que le espera. El presidente se lo ha dejado meridianamente claro.