"Colisión (Crash)" sumerge al lector en un futuro desolado, cercano al siglo XXII, donde la Tierra ha sido arrasada por una III Guerra Nuclear. La narración es llevada por Lope, reclutado del selecto grupo de supervivientes que orbitan los restos calcinados del planeta. Su misión es documentar las causas y consecuencias de la autodestrucción de la humanidad. Datos recogidos para los herederos de la futura Tierra. Un thriller filosófico con un giro único y su relevancia para los actuales debates sobre la Inteligencia Artificial, y el fin de la sociedad que conocimos.
BLOG LOPE. Ha terminado esta guerra y el continente ha quedado desolado, es tiempo de reconstrucción y abatimiento. Escribo estas cifras digitales armonizadas desde algún lugar de lo que fue Europa. El código pi. 31416/2100 *** era la contraseña para evacuar y ponernos en orden de movilización como cuerpos de élite al servicio de la Corporación Ciudadana para ser trasladados a los refugios postnucleares. Llevo 4 años encerrado en la nave BIT21 de segunda generación, cómoda pero antigua. No sé lo que está pasando ahí fuera, cerca de mí, pero veo lo que es ahora, en Tiempo Red el planeta, un caos de proporciones inexplicable.
Yo estoy sólo, tengo fármacos para vivir 5 años. El detector de radioactividad cuántica aún no ha variado su color naranja, de momento tendré que permanecer aquí hasta que los controles estén en negativo. Los únicos supervivientes que conozco estaban conectados al satélite A23***, el mismo en el que emito esta crónica de supervivencia postnuclear. Aún tenemos conexión a través de las redes secretas implementadas y configuradas por los Estados en el siglo21.
Markus estaba en Bolonia, lleva refugiado en su base tres años. Stephen, es de origen irlandés, está bajo tierra desde hace cuatro. Alixia es de origen colombiano y estaba en Copenhague, una mujer latina que lleva 2 años en un refugio estelar. Krista, la más veterana de todos. Lleva 5 años y fue jefa de Operaciones para los Ciudadanos en la primera mitad de la guerra, es de origen ruso. En Europa Central y Oeste las comunicaciones han sufrido bajas definitivas, ha sido la zona más castigada por los lanzamientos.
En América Norte la actividad radiactiva sigue en alerta roja. Toda Asia está devastada por una ola de frío polar. África ha perdido a tres cuartas partes de su población y sólo hay puntos aislados de asentamientos humanos contaminados en el centro del continente. Los dos casquetes polares se han fundido. Japón ha desaparecido y también parte de China. En América del Sur el canal de Panamá está bajo las aguas y los Andes es el único punto visible desde el exterior. No tenemos datos de Australia y de todas las islas del Pacífico.
La destrucción de la Tierra, no es nada imaginable a las teorías elaboradas por los científicos del Siglo21. Ha sido totalmente caótico. Inexplicable.
Nos llegan señales de satélites errantes perdidos en órbita que siguen transmitiendo. Ver el contorno de la tierra desde el espacio es atroz. Cuando alguno de nosotros capta una imagen la reenvía para que la observemos, algunas las dejamos en nuestra memoria para preservar la supervivencia de los demás.
Las transmisiones son espectaculares pese al manto que lo cubre casi todo pero que empieza a evaporarse de una forma muy rápida, y nos deja ver la faz de la tierra después del holocausto.
Los servidores espaciales contienen gran cantidad de información de Internet1. Allí se almacenan todos los datos de lo que fue la sociedad del Siglo21. Me entretengo revisando conversaciones humanas y estudiando el modelo de vida en aquel momento. Cien años intensos y significativos en la historia de la humanidad. Estamos elaborando un catálogo sobre el género vivo de aquella época y sus devastadoras consecuencias posteriores. Trabajamos en equipo, así configuramos mapas y experiencias para contar que sucedió antes de la III Guerra para tratar de dar alguna explicación a todo esto. Para devolver la experiencia vivida a los futuros habitantes del planeta.
Continuará…
Si (
No(
