El debate sobre el futuro del trasvase Tajo–Segura ha ocupado un papel central durante la entrega de los Premios Lorenzo Pardo, donde dos de los galardonados —José Andújar, presidente de la Comunidad de Riegos de Levante Margen Derecha del Segura, y José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante— alertaron de que la infraestructura atraviesa “el momento más crítico de sus 46 años de historia”. Ambos dirigentes coincidieron en atribuir los recortes de caudales a “decisiones políticas sin fundamentos científicos”.
La mesa redonda, moderada por el periodista Francisco José Benito, comenzó con un recuerdo a Lorenzo Pardo, considerado el gran impulsor de la idea de interconectar cuencas para lograr un reparto solidario del agua.
Andújar destacó que el proyecto del trasvase nació bajo esa premisa y que los estudios económicos “siempre lo consideraron imprescindible para el progreso de España”. En ese contexto, cuestionó que actualmente se debata “por entre 100 y 400 hectómetros cuando los ríos vierten cada año más de 40.000 al mar”.
El representante de los regantes lamentó la deriva del debate político: “La izquierda no defiende lo que la propia izquierda impulsó en tiempos de la República para que hubiese agua en toda España”, afirmó, mostrando preocupación por el futuro del sistema de interconexión de cuencas.
Por su parte, José Vicente Andreu señaló que la situación del trasvase responde a “una imposición dogmática que va contra el sentido común”, y defendió que las decisiones no obedecen a criterios técnicos. Aunque expresó su esperanza en que un eventual cambio político pueda revertir los recortes, reconoció que el panorama inmediato es “muy complicado”.
REFERENCIAS A CASTILLA-LA MANCHA. Durante la conversación, ambos ponentes mencionaron el papel que está teniendo Castilla-La Mancha en el conflicto. Andújar criticó que el presidente regional, Emiliano García-Page, “haya trasladado la idea de que los alicantinos están robando el agua”, algo que consideró injusto porque “el agua es un bien de todos los españoles”.
Andreu añadió que en España “hay cuarenta trasvases y solo se discute el Tajo–Segura”, acusando a determinados discursos políticos de confundir a la ciudadanía manchega. En su opinión, si se pretende resolver la situación del Tajo, “hay que analizar qué ocurre con los miles de hectómetros que fluyen hacia Portugal” en cumplimiento de los acuerdos internacionales.
DESALACIÓN Y ALTERNATIVAS
Respecto a la desalación, Andreu insistió en que “no puede ser la solución principal” en un país con altos índices de precipitación en determinadas zonas y señaló que, debido a su coste, sólo puede plantearse como complemento. “No se puede sostener un sistema productivo con un agua que no podemos asumir por sus elevados costes”, dijo.
Andújar, por su parte, defendió la necesidad de retomar el Plan Hidrológico Nacional de 2001, aprobado bajo el Gobierno de José María Aznar, y que —según expresó— quedó anulado en la legislatura posterior. Llegó incluso a mencionar un compromiso que, asegura, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, adquirió con los regantes: “Lo tengo anotado en una servilleta que pienso llevar a Madrid si llega al Gobierno”.