Jaime Alberto Ramos

A este paso es fácil que bata el récord de José Miguel Camacho, aunque la historia de ambos es distinta. El senador socialista entró en política por arriba y Jaime Alberto Ramos lo hizo desde abajo. El mayor exponente de la Quinta de los Chulimbis continúa siendo uno de los poderosos en el PP provincial. Puede haber dudas si se merece este éxito, pero lo que sí es cierto es que lo ha buscado.

Después de ser un hombre fuerte en el gabinete Carriches, la renovación popular a punto estuvo de borrarle del mapa; pero Jaime Alberto luchó y se presentó para rivalizar con Carmen Riolobos. Perdió aquellas elecciones internas, pero se ganó un respeto en su partido fuera de Talavera. Por eso, en la segunda legislatura de gobierno del PSOE en la Diputación fue el encargado de recoger el difícil testigo que le dejó Pepe Bodas: ser el líder de la oposición. Y no defraudó. Tras el triunfo popular en la cámara provincial, Ramos se convirtió en el segundo de a bordo y, después del Congreso Provincial de este fin de semana, se ve que sigue con mando en el partido.

Su carrera política, pese a que la inició en Talavera, se ha desarrollado en Toledo, el terreno de juego ideal para Jaime Alberto. Pero quizá lo mejor es que él sabe muy bien jugar sus bazas tanto en la Ciudad de la Cerámica como en la Imperial. Comenzó desde abajo, pero se mantiene arriba. Hasta sus rivales políticos ya comienzan a hablar de su valía.