El actual director del Parador de Teruel, Joaquín Gutiérrez, que dirigió el Parador de Oropesa durante más de dos décadas (1973–1994), ha comparecido ante la comisión del Senado que investiga el denominado “caso Koldo” para desmentir rotundamente que, durante la noche del 15 de septiembre de 2020, cuando el exministro José Luis Ábalos se alojó en el establecimiento, se produjeran “ninguna fiesta, ningún destrozo y ninguna reunión”, como afirmaron algunos trabajadores.
Gutiérrez, con una extensa trayectoria en la red de Paradores, ha calificado dichas denuncias como “simples opiniones” e incluso, en algún caso, “testimonios inducidos”. Según relató, fue él mismo quien recibió a Ábalos, que llegó en coche acompañado por Koldo García. El entonces ministro, ha afirmado, subió directamente a su habitación –una suite, la 101– tras comunicar que cenaría en la misma por encontrarse cansado.
Durante su intervención, Gutiérrez insistió en que “la noche fue absolutamente normal” y que, de haberse producido algún incidente, “el primero en enterarse habría sido yo”. A preguntas de senadores del PP y UPN, descartó por completo la existencia de desperfectos o quejas, y negó que existieran facturas por daños, como se había publicado en algunos medios. En este sentido, lamentó que el Parador no desmintiera públicamente estas informaciones por considerarlo una “batalla perdida de antemano”, y aclaró que esa decisión correspondía a la alta dirección de Paradores.
El director también explicó que la reserva de habitaciones –ocho en total, a través de la agencia de El Corte Inglés– se ajustó a las normas habituales del establecimiento, especificando que, incluso en la suite de Ábalos, solo podían reunirse un máximo de seis personas, sin que conste que se excediera ese límite.
Respecto a los trabajadores que señalaron supuestas irregularidades, Gutiérrez aseguró haber hablado con ellos posteriormente, y apuntó que dos de los tres “no estaban trabajando aquel día”, y que el tercero “contestó sin pensar para quitarse de encima” a quienes le preguntaban. Ninguno de los empleados, sin embargo, se ha retractado públicamente.
Sobre el expediente abierto a los trabajadores por presunta vulneración de la confidencialidad, Gutiérrez responsabilizó al responsable de Recursos Humanos de Paradores, “dependiente de la alta dirección”, en referencia al equipo de Óscar López.