El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha celebrado este miércoles la Constitución Española como “el mayor éxito colectivo” de la nación, en un acto institucional celebrado en las Cortes regionales con motivo del Día de la Constitución.
La Comunidad Autónoma conmemora esta jornada tras reformar su propio Estatuto, un proceso que el dirigente autonómico ha destacado por haberse realizado “por consenso” y con participación de múltiples sectores.
Durante su intervención, García-Page calificó la reforma estatutaria como “plenamente leal” y “pensada en positivo”, subrayando que protege al máximo las conquistas sociales en sanidad, educación y prestaciones sociales logradas durante la trayectoria autonómica de Castilla-La Mancha.
Asimismo, defendió que la región no ha buscado “acaparar competencias” por motivos políticos, sino únicamente aquellas que considera gestionables, en contraposición a quienes promueven la separación del país.
El presidente autonómico criticó, además, las propuestas electorales que plantean devolver al Estado competencias en materias fundamentales, como sanidad o educación, calificándolas de “absolutamente alocadas” y perjudiciales para la región.
García-Page recordó la importancia histórica de la transición y de la Constitución de 1978, destacando que el contexto político actual es “el más opuesto” al de aquel momento y lamentando la pérdida del diálogo en la política española. Señaló que la confrontación y el populismo han limitado la capacidad de pactar y consensuar, y destacó que la transición supuso un esfuerzo colectivo que evitó rupturas violentas en el país.
En este marco, volvió a plantear la necesidad de un proceso de armonización en España, coordinado por el Estado, que permita mejorar la eficacia de la administración en aspectos prácticos, como la tarjeta sanitaria única o la cartelería turística estandarizada.
García-Page subrayó que “no se trata de cambiar la Constitución ni el régimen, sino de optimizar lo ya existente, garantizando igualdad y evitando privilegios, como establece el artículo 138 de la Carta Magna”.
El presidente concluyó su discurso destacando que la democracia debe mantenerse “viva” y en constante actualización, y que los responsables políticos tienen la obligación de impulsar procesos de entendimiento que fortalezcan la cohesión y la igualdad en España.