Hay una localidad castellano-manchega que sigue siendo un oasis de frescura nocturna, a pesar de las altas temperaturas que nos está dejando la segunda ola de calor. En la primera semana de esta ola de calor que está rigiendo en el mes de agosto en toda España, Molina de Aragón (Guadalajara) ha ofrecido amaneceres que arrojan una media de 12,6 grados.
El viernes día 7 ofreció el amanecer más fresco, con 11,2 grados; mientras que la temperatura más alta recogida en la estación meteorológica de la capital del Señorío fue de 36,3 grados este domingo, con lo que la oscilación térmica en plena ola de calor se ha ido por encima de los 25 grados, según los datos ofrecidos por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Los residentes y visitantes de esta localidad de Guadalajara se ven obligados a recurrir a edredones y prendas de abrigo para enfrentar las noches, contrastando radicalmente con el calor extremo que afecta a otras ciudades españolas. Este fenómeno meteorológico resalta la singularidad de Molina de Aragón, que es conocida no solo por su impresionante castillo, sino también por su clima fresco y agradable durante la noche.
Situada a menos de dos horas de grandes capitales como Madrid, Valencia y Zaragoza, Molina de Aragón se convierte en un destino atractivo para aquellos que buscan escapar del calor abrasador del verano. La localidad, con su rica historia y patrimonio, ofrece a los forasteros una experiencia única, donde el abrigo se convierte en un compañero inseparable durante las noches estivales.