La tierra desde el espacio es una gran bola de fuego. Podría ser un fallo de conexión por la inestabilidad terrestre y Markus esté tratando de arreglar el sistema dañado. Seguimos sin establecer contacto, han pasado tres días desde la última aparición. Estoy revisando sus mensajes, su imagen, su voz, tratando de lograr algún hecho relevante que pudiera haberle causado la baja temporal que ahora tenemos en su conexión. Según su bitácora compartida -como las nuestras-, su esperanza de vida acababa en un año terrestre, es decir tenía fármacos para vivir y no estaba programada su desactivación mental según puedo leer. Es extraño. La célula del sueño no está activa y parece que su nicho no ha sufrido daños al menos en la textualización técnica no hay nada que se refiera a esto.
La evaporización esta en consumo nulo y otros parámetros de su hábitat no parecen estar alterados. Kristal, ha organizado una captación masiva de señales entorno al punto desde donde emitía Markus. Hemos proyectado una ofensiva no rutinaria para saber si podemos tomar contacto con el desaparecido a través de otros protocolos de emergencia que él había diseñado para la interrupción sin control de nuestras comunicaciones. Stephen, bombardea cada milésima de segundo al segmento de programación con señales de todo tipo, desde las más básicas hasta las fraccionadas directas. Alicia, abre su paraguas de comunicación de captación desde su entorno y proyecta el núcleo hacía el punto registrado de las coordenadas terrestres de Markus para que desde el exterior podamos también establecer conexión.
Todos los intentos han fallado. No tenemos noticias. Ha pasado una semana. Seguimos trabajando en nuestros informes pero los datos que recibíamos desde el lugar donde estaba Markus ya no llegan. Hemos perdido toda esperanza de conexión. Seguimos emitiendo a su foco pero sin respuesta. Los trabajos continúan, hemos tenido que empezar a vivir si él. La desaparición de un elemento del grupo nos ha hecho más vulnerables pero hay que continuar, seguir documentando el posterior final de la Guerra.
Era la misión para la que nos prepararon. Habíamos aprendido a no sentir afectos, nuestra labor para el futuro era más importante que nuestras vidas. Sabíamos que uno tras otro dejaremos de emitir algún día. Para eso también estamos entrenados. Hemos tenido un apagón de información desde la parte sur de la exEuropa, desde que sufrimos la desconexión no hemos vuelto a saber nada de ese lugar de la tierra.
Continuará…