La cuenca hidrográfica del Tajo ha registrado esta semana un volumen de agua embalsada sin precedentes desde que existen registros. El dato, facilitado por la Confederación Hidrográfica del Tajo a través de su Sistema Automático de Información Hidrográfica (SAIH), indica que los embalses de la demarcación alcanzan actualmente el 85,98 % de su capacidad total.
Esto se traduce en un volumen de 9.501,64 hectómetros cúbicos almacenados sobre los 11.051 posibles, una cifra que sitúa a la cuenca muy por encima de la media nacional, que en estos momentos se encuentra en el 77,5 %.
Este nivel histórico responde a una serie de factores meteorológicos y de gestión que han confluido en los últimos meses. La sucesión de hasta cuatro borrascas durante el pasado mes de marzo, acompañadas de otros episodios de precipitaciones en abril, dejó cantidades extraordinarias de lluvia en buena parte del territorio. A ello se sumaron las aportaciones procedentes del deshielo y de los acuíferos subterráneos, que han contribuido significativamente a este máximo embalsado.
Además del volumen alcanzado, destaca también el incremento respecto a la misma semana del año pasado, con 692 hectómetros cúbicos más, lo que representa un aumento del 6,26 %, a pesar de que 2024 ya fue calificado como un año hidrológico húmedo en relación con las series históricas.
Los datos actuales reflejan, según fuentes técnicas, una gestión eficaz de los recursos hídricos en un contexto complejo. Durante los episodios de lluvias intensas, los embalses de la cuenca cumplieron su función de laminación, evitando daños significativos a personas o bienes gracias a su capacidad para absorber los elevados caudales que llegaron a registrarse.
Superada esa fase crítica, el sistema embalsado ha permitido asegurar el suministro de agua para usos consuntivos —entre ellos el abastecimiento humano, el regadío y el uso industrial— así como para la producción hidroeléctrica, garantizando un equilibrio entre protección y aprovechamiento de los recursos.
La distribución territorial del agua almacenada presenta cifras especialmente altas en comunidades como Extremadura, que alcanza un 95,1 % de llenado con 6.012 hectómetros cúbicos, o Madrid, donde los embalses se encuentran al 94,8 %. Castilla y León registra un 93,8 %, mientras que Castilla-La Mancha, la más extensa de las regiones incluidas en la cuenca, se sitúa actualmente en el 66 %.
Los responsables del sistema apuntan que, aunque no se espera un incremento adicional significativo del volumen embalsado en las próximas semanas, la situación actual permite iniciar una fase de transición hacia una gestión más flexible. Prueba de ello es la decisión de interrumpir temporalmente la conexión entre los embalses de Entrepeñas y Buendía, que se hará efectiva el próximo 23 de mayo.
Este tipo de medidas responde al análisis técnico continuo que proporciona el SAIH Tajo, una herramienta clave para la monitorización en tiempo real de todos los parámetros hidrológicos de la cuenca, y que permite tanto la previsión de avenidas como la gestión eficiente del agua en coordinación con organismos de protección civil y entidades locales.
