El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha hecho un llamado a la reflexión en el primer aniversario de la DANA, una catástrofe que dejó profundas huellas en la comunidad. En su intervención, destacó que el mejor homenaje a las víctimas y sus familias es sacar conclusiones sobre lo ocurrido y aprender con humildad de los errores cometidos. García-Page subrayó la importancia de afrontar los desafíos con una actitud proactiva y responsable.
Durante su discurso, el presidente enfatizó que “sería bastante digno y decente en España” evitar cualquier tipo de cálculo político ante tragedias como esta. En lugar de ello, propuso que se debe responder con “la mejor voluntad y eficacia posible” para ayudar a quienes más lo necesitan en momentos críticos. Esta declaración resuena fuertemente en un contexto donde la política suele entrelazarse con situaciones de emergencia.
LA NECESIDAD DE APRENDER DEL PASADO
García-Page también instó a todos los actores involucrados a reflexionar sobre las lecciones aprendidas durante este año. La capacidad de respuesta ante desastres naturales es fundamental, y el presidente aboga por un enfoque que priorice el bienestar común por encima de intereses particulares. “Hay muchas cosas que se tienen que afrontar mejor”, afirmó, indicando que es esencial mejorar los protocolos y recursos disponibles para enfrentar futuras adversidades.
Además, el presidente hizo hincapié en la importancia de mantener una unidad en la respuesta ante crisis. La colaboración entre diferentes niveles de gobierno y organizaciones es crucial para garantizar una ayuda efectiva y rápida a las comunidades afectadas. Este enfoque integral no solo ayuda a mitigar el impacto inmediato, sino que también fortalece la resiliencia a largo plazo.
COMPROMISO CON LAS VÍCTIMAS
En su mensaje, García-Page reafirmó su compromiso hacia las víctimas de la DANA y sus familias. Reconoció el sufrimiento causado por esta catástrofe natural y destacó que es responsabilidad de todos trabajar juntos para reconstruir lo perdido. La memoria colectiva debe servir como motor para implementar cambios significativos en la gestión de emergencias.
Finalmente, el presidente cerró su intervención recordando que cada acción cuenta cuando se trata de ayudar a quienes han sufrido pérdidas irreparables. Un llamado a la acción que invita a todos los ciudadanos a participar activamente en la construcción de un futuro más seguro y solidario.