Dos goles, uno madrugador de Víctor Andrés, y otro en la segunda mitad de Cristian, sentencian a un Ejido que no remató las ocasiones que tuvo y no fue de los peores equipos que pasó por El Prado esta temporada.
Los talaveranos, que se vaciaron durante los 40 minutos de juego y no merecieron un resultado tan abultado (1-7), fueron víctima una vez más de sus propios errores y el acierto del rival.