El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha vuelto a situar en el centro del debate europeo el impacto que tendría el recorte planteado por la Comisión Europea en el presupuesto comunitario.
Durante un encuentro celebrado en Bruselas junto a otros líderes autonómicos y representantes españoles en el Parlamento Europeo, el presidente castellano-manchego insistió en la necesidad de “redoblar esfuerzos” ante lo que considera un ajuste que pone en cuestión pilares esenciales como la Política Agraria Común (PAC), los fondos de Cohesión y el desarrollo rural.
La reunión, celebrada en el edificio Jacques Delors, contó también con la participación de los presidentes de Galicia, Alfonso Rueda; Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla; y Navarra, María Chivite, además del embajador Representante Permanente de España ante la UE, Marcos Alonso.
El encuentro da continuidad a la llamada 'Declaración Galicia', firmada en octubre y respaldada por Castilla-La Mancha, que reclama una revisión del Marco Financiero Plurianual 2028-2034 para evitar que los ajustes presupuestarios debiliten la cohesión territorial dentro de la Unión.
García-Page alertó de que la propuesta de recorte “tan brusco” en áreas clave llega en un contexto político europeo complejo, en el que —según defendió— están ganando terreno actores que cuestionan desde dentro el proyecto común. A su juicio, este escenario aumenta el riesgo para la estabilidad comunitaria y obliga a reforzar la visión de una Europa basada en la ciudadanía y no en la lógica de “club de naciones” que, en su opinión, aún persiste en algunos Estados miembros.
El presidente castellano-manchego también expresó preocupación por la posibilidad de que la Comisión Europea centralice de forma excesiva la gestión de los fondos europeos, lo que —advirtió— podría reducir la eficacia de su reparto en países con fuerte estructura territorial como España. Por ello planteó la necesidad de definir un “protocolo de trabajo” que permita acordar, entre las principales fuerzas políticas, un mecanismo transparente de distribución que evite desequilibrios si finalmente prospera la propuesta comunitaria.
En relación con el aumento del gasto en seguridad que la UE estudia acometer, García-Page consideró que esa respuesta no debería financiarse a costa de la PAC o de los fondos de cohesión, al advertir que algunos Estados “siempre han mirado con recelo” estas políticas por su relevancia para países mediterráneos como España. Según sostuvo, cualquier refuerzo en materia de seguridad debe plantearse sin comprometer los avances sociales y económicos construidos en las últimas décadas.
Las declaraciones se han producido horas antes del inicio de la 169ª Sesión Plenaria del Comité Europeo de las Regiones, en la que García-Page participa acompañado por el vicepresidente segundo, José Manuel Caballero; la directora general de Asuntos Europeos, Nazareth Rodrigo; y la eurodiputada Cristina Maestre, entre otros representantes de la delegación castellano-manchega.